Thursday, January 25, 2007

CUANDO LAS VACAS VIENEN MARCHANDO



Yo no sabía que había miles de vacas entre nuestras reservas castrenses. Esta revelación, que asombró al país, se produjo en el marco de un reciente paro agropecuario, sector disconforme con las retenciones del Gobierno. Alinearon sus modernas 4x4 y sus tractores de última generación en señal de protesta, dejando al pueblo argentino sin carne por una semana. Una verdadera provocación. Es dable acotar que si actualmente uno apaga el televisor harto de tantos crímenes y violaciones e intenta refugiarse en la radio, será inútil : las noticias son las mismas y además hay un elemento novedoso en pleno crecimiento, dedicado a las actividades del campo. Ahora todos podemos saber a cuanto se cotizó la tonelada de trigo en Chicago, cuanta escarola se comercializó en Rosario o cuantas cabezas ingresaron al Mercado de Liniers, que suelen promediar las 15.000 diarias. Semejante paro agropecuario, como dijimos, quería doblegar el ánimo de los argentinos eufóricos por los altos índices de crecimiento difundidos últimamente. Privarlos de un democrático asadito en una torre en construcción o de un buen bife de chorizo en Las Cañitas apuntaba a su desmoralización. Pero no. Se acudió a las reservas de la Patria convocando a los animales de las Fuerzas Armadas para que pongan las cosas en su lugar. Impresionado por tal acción fui a Liniers para observar los acontecimientos. Primero llegó un camión procedente de Campo de Mayo y con el mugido enérgico del toro delantero comenzaron las vacas a bajar la rampa ordenadamente formando una prolija fila en el césped. Los vaqueanos del Mercado señalaban la diferencia con las vacas civiles, siempre desordenadas y cada vez más agresivas. Lo cierto es que enseguida llegó otro vehículo que traía vacas de los alrededores de Punta Indio. Estacionó al lado del camión del Ejército y comenzaron a salir los animales de la Marina. Es conocida la rivalidad entre ambas Fuerzas de manera que los animales no se mezclaban entre sí, salvo alguna excepción como registra la foto.
Al día siguiente, en mi habitual recorrido por el viejo Mercado de San Telmo ví los puestos de las carnicerías pletóricos de asado, bifes de lomo, carnaza y otros cortes. Me emocionó saber que era, esta vez sí, la sangre y el sacrificio de nuestros animales de las FF AA, contribuyendo al bienestar del Pueblo Argentino.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Me alegra ver que estás subiendo tus miradas de nuevo!

Pedace

January 26, 2007 11:07 AM  

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