Monday, October 10, 2005

Quizás...

Salió en los diarios: se sugiere dejar libros en lugares públicos para que al azar sean encontrados por personas que, luego de leerlos, volverían a dejarlos por ahí realimentando la cadena.
Me puse a pensar porqué no habría de hacerlo yo, nóvel escritor...y en qué lugares dejaría ejemplares de mi libro "Afectos Especiales" que publiqué el año pasado y que ya casi agotada la nómina de lectores amigos, familiares y otras relaciones cercanas, creo merecen mejor suerte que estar embalados en la oscuridad de un placard.
Ayer empecé la tarea: una señora muy elegante subió al taxi que dejé libre en el barrio de Balvanera y seguramente se habrá encontrado con mi libro. Lo mismo sucederá en un banco del Parque Lezama, en el asiento de un colectivo, en la butaca de un cine, en la mesa de un café de San Telmo, en la bolsa de residuos que abre el cartonero antes que pase el camión recolector y en otros de los tantos rincones disponibles de la ciudad.
Nunca sabré la reacción de esas personas anónimas ni que harán con mi libro. Quizás acepten la idea de leerlo, quizás lo disfruten o lo comenten, quizás se identifiquen con alguna situación relatada o quizás les sea totalmente indiferente y lo dejen por ahí. Bueno, ya lo encontrará otra persona, que quizás...